La metanfetamina es una sustancia
química sintética (hecha por el hombre) a diferencia de la cocaína, que por
ejemplo, proviene de una planta.
La metanfetamina comúnmente se produce en
laboratorios ocultos e ilegales mezclando distintas formas de anfetamina (otra
droga estimulante) o sus derivados, con otros químicos para aumentar su
potencia. Las píldoras comunes para el resfriado se usan a menudo como base
para producir la droga. El “cocinero” de metanfetamina extrae ingredientes de
esas píldoras y para incrementar su poder combina la sustancia con químicos
tales como ácido para baterías, limpiador de desagües, combustible para linternas
y anticongelante.
Estos peligrosos químicos son potencialmente
explosivos y debido a que los “cocineros” de la metanfetamina son drogadictos,
también están desorientados, a menudo se queman, se desfiguran seriamente o
mueren al explotar sus preparados. Tales accidentes ponen en peligro a otras
personas que se encuentran en hogares o edificios cercanos.
Los laboratorios ilegales también crean gran
cantidad de desperdicios tóxicos: la producción de medio kilo de
metanfetamina produce dos kilos y medio de desperdicios. Las personas expuestas
a estos materiales de desecho pueden resultar envenenadas.
La metanfetamina es un estimulante poderosamente
adictivo que afecta dramáticamente el sistema nervioso. La droga se produce
fácilmente en laboratorios clandestinos con ingredientes relativamente baratos
que se pueden conseguir sin receta médica. Estos factores se combinan para
hacer de la metanfetamina una droga con un alto potencial de abuso masivo.La
metanfetamina es corrientemente conocida como "speed", "meth",
y "chalk".
Los
efectos de la metanfetamina pueden durar de 6 a 8 horas. Después de la
"sensación eufórica" inicial, hay un estado de alta agitación en
algunos individuos que los puede conducir a que se comporten violentamente.La
metanfetamina es un estimulante tipo "Schedule II", lo cual significa
que la droga tiene un alto potencial de ser abusada y es disponible solamente
por medio de recetas médicas que no se pueden renovar. Existen algunas razones
médicas aceptables para el uso de esta droga, como el tratamiento de la
narcolepsia, el desorden caracterizado por déficit de atención, y para uso, a
corto plazo, del control de la obesidad; pero estos usos médicos son limitados.
Los
efectos de la metanfetamina pueden durar hasta 6 u 8 horas. Los adictos a esta
sustancia, pueden permanecer despiertos durante varios días. Esto genera un
creciente agotamiento físico, psicológico y cognitivo. Sin embargo, la droga
bloquea las señales somáticas (como fatiga, sueño, hambre) que advierten sobre
el deterioro funcional progresivo. En estos casos, una vez que la droga
abandona el organismo, estos sujetos pueden experimentar estados de gran
agitación psicomotriz, a veces asociados con comportamientos violentos y
delirios persecutorios, llegando a cuadros de disociación psíquica apenas
distinguibles de los que caracterizan a una equizofrenia tipo paranoide.